BUTCHER, Benjamin
(Londres, ING, 1895 - Hoppegarten, ALE, 1938)
Hijo del sanguinario John “Bloody” Butcher, Benjamin Butcher encarnó uno de los más extraños casos de sociopatía negligente descritos por la literatura sociológica del siglo XX. Seducido por el ejemplo de un padre criminal, Benjamin, aunque puso todos sus empeños en ello, jamás fue capaz de seguir la senda de abyección y perversión trazada por su progenitor. Su inutilidad para el asesinato y la infamia le convirtieron en objeto de estudio para sociólogos, criminólogos y expertos en el comportamiento humano. Entre ellos figura el insigne Sir Alfred Ignatius Fox y el inspector de Scotland Yard Shinwell Johnson, autor del interesantísimo artículo “La vocación frustrada de Benjamin Butcher”.
Pese a su disoluto linaje, Benjamin Butcher supo sobreponerse al estigma de su condición y, en un poco usual ejercicio de amor a la patria que le vio nacer, acabó por sacrificar su existencia a la seguridad de sus compatriotas. Esposo de una fanática activista del Partido Nacionalsocialista alemán, Frida Meier, las relaciones de su cónyuge con las altas esferas de la organización le permitieron frecuentar a distinguidos líderes nazis como Richard Walther Darré, Martin Bormann o Rudolph Hess. Esta afortunada circunstancia llamó la atención del MI6 británico, cuyos responsables consiguieron persuadirle para engrosar sus filas en situación de espía en territorio alemán. Butcher vivió desde 1925 hasta su muerte en Berlín en el domicilio familiar que compartía con su esposa, sus pequeños Otto y Joachim y su suegra Helga. Las sospechas que siempre mantuvo Frida sobre las actividades clandestinas de su marido hicieron naufragar el matrimonio, que quedó roto definitivamente en 1937. Las denuncias su ex-mujer ante las autoridades del Reich colocaron en una situación comprometida a Butcher quien, pese a todo, continuó proporcionando información a los servicios secretos británicos.
El redimido hijo de "Bloody" Butcher falleció en extrañas circunstancias durante la tarde del 23 de septiembre de 1938, apenas una semana antes de que Hitler ordenara el comienzo de las operaciones militares encaminadas a la ocupación de Checoslovaquia
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